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Más de cien goles en su cuenta, un Mundial, dos copas Intercontinales, un Mundial de clubs, tres copas Libertadores, dos Recopas sudamericanas, una supercopa sudamericana, una copa Commebol, una copa Master Commebol, una copa Confederaciones y una copa Sudamericana bajo los palos.

Además de los títulos internacionales ha ganado con el Sao Paulo cuatro campeonatos brasileños, cinco campeonatos paulistas, un torneo de Río-Sao Paulo y un campeonato Matogrossense. Pero como ya se ha dicho quien sabe de la importancia de Rogério Ceni, sabe que ese jugador que ya formaba parte de la plantilla que ganó la Intercontinental al Barça de Cruyyf en 1992 y que lleva el dorsal 01 en su camiseta, con clara referencia a un 10 invertido, es mucho más que los importantes títulos que ha logrado. Sus dos apodos  "M1TO" y "El Pelé del arco", muestran su relación con la historia del fútbol brasileño y por tanto mundial.

Su club ha sido el Sao Paulo, del cual ahora es capitán, pero antes jugó en el Sinop F.C, donde sus buenas actuaciones y ganar el campeonato Matogrossense le valieron su fichaje por el Sao Paulo.

Pero los numerosos títulos no son lo más importantes de este magnífico portero, lo más importante es lo que significa para el Sao Paulo, Brasil y para el fútbol mundial, representa el sentimiento puro y la concepción del juego del país que mejor ha jugado a ese juego en la historia. La mayoría de sus goles han sido de penaly y de falta, ya que es un magnífico lanzador, pero a diferencia de lo que se pudiese pensar nunca le han marcado un gol a la contra, y el único gol que le marcaron tras patear una falta fue durante su celebración. Ahora con 40 años es el crack y el líder del mítico club de Sao Paulo. Su liderazgo va más allá de su brazalete, su aliento es escuchado con devoción por sus compañeros. Y Brasil lo adora porque es el portero  que quieren los brasileños. De hecho ha participado en los mundiales de 2002 y 2006 con la selección brasileña, en ninguno fue titular, aunque en el primero se llevó el título, pero el pueblo de Brasil clamaba porque él lanzara las faltas, por la cultura brasileña, y porque no decirlo porque era el mejor en esa suerte.