Un nuevo modelo italiano

Trabajo en fase defensiva, capacidad con el balón en los pies y gol, esos serían los rasgos esenciales del nuevo modelo italiano. Italia siempre se ha caracterizado por una mentalidad defensiva que se refleja especialmente en el fútbol en la táctica conocida como el Catenaccio (cerrojo), una táctica netamente defensiva que en su modelo más puro consiste en cuatro marcadores con marcas fijas y uno líbero que juega por detrás de la línea de defensores. Aunque en realidad todos menos uno o dos jugadores tienen obligaciones defensivas, la velocidad, la astucia y la capacidad goleadora de los atacantes resultan fundamentales en este modelo. Tener un gran portero también es fundamental en este modelo.

La posesión del balón se regala al contrario, los jugadores se centran sobre todo de defender su portería ponieno una gran atención en esta tarea, este modelo prioriza la eficacia sobre el espectáculo, y se basa en no cometer errores y aprovecharse de los del contrario. El contrataque es el arma ofensiva aunque se priorizan los conceptos defensivos para no asumir riesgos.

Muchos consideran una evolución del modelo de la Italia fascista que Vittorio Pozzo hizo bicampeona en los mundiales de 1934 y 1938. Aunque probablemente su mayor apogeo fue durante los años sesenta, y la capital Lombarda Milán fue el seno del Catenaccio durante esa época, primero con el AC Milan de Nereo Rocco, al cual algunos consideran el padre del Catenaccio, y después con Helenio Herrera que llevó al Catenaccio a su máxima expresión en el Inter de Milan.

Italia evolucionó pero siempre priorizando la táctica defensiva y contragolpeando, para ello necesitaba jugadores inteligentes, rápidos y eficaces, y en muchos casos dotados de gran técnica. Por esta razón apareció la figura del trequartista, una centrocampista con clara vocación ofensiva que enlazaba con los atacantes.

Este modelo denostado por muchos ha resultado casi siempre muy eficaz, por la competitividad italiana, la dificultad de penetrar en su defensa, y también por la eficacia y astucia de los jugadores italianos. Además del tretacampeonato mundial de la Squadra Azzurra y su única Eurocopa, los éxitos de los equipos italianos en Europa ha sido notable, además de los mencionados anteriormente la Juve de Trappattoni, el Milan de Arrigo Sacchi, el Parma de Nevio Scala, la Lazio del sueco Sven-Göran Eriksson, la Juventus de Lippi y el Milan de Ancelotti han dado buen ejemplo de ello.

Pero ahora existe un nuevo modelo italiano, raramente juegan con cinco defensas, los laterales cada vez cobrán mayor relevancia ofensiva, en ocasiones juegan con tres delanteros, pero sobre todo los centrocampistas aunque no descuidan sus tareas defensivas tienen un buen trato de balón y gol aunque no sean trequartistas, los representantes actuales de este modelo podían ser Nocerino del AC Milan y Marchisio de la Vecchia Signora. Italia siempre será competitiva y manejará los conceptos defensivos como nadie, pero en este momento de la historia del fútbol italiano hay un cambio que puede dar sus frutos.